El tercer círculo corresponde a la responsabilidad que asumimos al ser parte de una sociedad, región, país o nación.

La evolución de las culturas humanas nos ha llevado a crear una serie de normas y acuerdos que nos permiten una convivencia pacífica. Estos acuerdos han dado lugar a que por ejemplo, en nuestro país, vivamos en una democracia representativa. Aquí, los ciudadanos entregamos nuestro poder a los líderes que elegimos, para que nos representen, organicen y gobiernen.

Idealmente todos los integrantes de una sociedad democrática, además de cumplir nuestras obligaciones, debemos involucrarnos plenamente para contribuir a construir una gran nación.

En este apartado se analizan algunas instituciones y el funcionamiento del sistema de gobierno. Además, se exploran algunas las prácticas que podrían limitar el desarrollo y la construcción de un Estado democrático, proponiendo formas de diálogo y consenso que sí contribuyan al desarrollo desde la conciencia y la práctica ciudadana.  A continuación te presentamos 3 diferentes rutas para explorar estos contenidos.