QUERIDA GUATE:

 

Así seas Guatemala, Guatemaya o Guatebuena, o como te quieran decir los demás chapines que vivimos dentro de ti, te quiero decir dos cosas. La primera es que te quiero con todo mi corazón y que este amor es el mismo que se le tiene a una madre: el ser que te dio la vida.

 

Segundo, y no menos importante, me gustaría pedirte una sincera disculpa por todo lo malo que te hemos hecho colectivamente durante tanto tiempo. Porque el amor, es reconocer los errores de cada uno y enmendarlos.

 

Te hemos fallado a ti, que nos has dado todo. Nos diste este país precioso con una cantidad de recursos naturales impresionantes e inimaginables. Nos diste un clima como ninguno en el mundo: ni demasiado frío, ni demasiado caliente. Perfecto.

 

Nos has dado agua todo el año. Recursos hídricos que surcan tu sistema circulatorio por todo el territorio. Selvas frondosas que guardan fauna única y hermosa. Nos has dado hermanos y hermanas trabajadoras de sol a sol, esforzándose por honrarte y hacerte crecer como la Patria hermosa que eres.

 

Sí, algunas alegrías grandes e importantes. Grandes nombres destacados en las artes, el deporte, la ciencia, en el empresariado, en la cultura. Pero lastimosamente, al mismo tiempo te hemos hecho daño y por eso me tomo la libertad de pedirte perdón por todo el daño que hicimos y seguimos haciendo.

Querida Guate, y nosotros ¿qué te hemos dado?

 

Te pido perdón por dejar que todos esos políticos hijos de mala madre lleguen al poder, te pido perdón por hacerme el loco cuando miro alguna injusticia en contra de algún hermano o hermana guatemalteca. Mis sinceras disculpas por poner tu futuro en manos de ladrones y asesinos.

 

Disculpa por esas malas mañas que tenemos, las malas costumbres como andar tirando basura en toda tu faz. Por contaminarte el humor con empresarios fraudulentos y estafadores del Estado, por permitir que se haga la trampa en que unos se benefician mucho de ti, a costa del bienestar de otros hermanos que apenas sobreviven.

 

Por esa basurita de chicle en la calle. Por esos miles, millones de papelitos que tapan tus arterias, que ensucian tus ríos, por los detergentes en tus lagos que permiten que se ahoguen en la cianobacteria. Por dejar en la impunidad a los que contaminan tus ríos y matan tus peces. Por deforestar tus montañas, bosques y cerros.

 

Por saber quién es el asesino y no denunciarlo. Por saber quién es el ladrón y dejar que sigan robando. Por no salir a ayudar cuando hay gritos de alguna mujer en la calle. Perdón por las miles de Cristinas, de Anas, de Marías, de Claudias. Perdón por dejar que sigan libres los Robertos, los Ottos, los Álvaros, los Marios.

 

Me arrepiento de dar esos Q100 al policía que me los pide. Me arrepiento de no denunciarlo. Me arrepiento de no pelear por tus recursos naturales tan necesarios. Guate, tu salud está mala. Tu sistema de salud está por los suelos.

 

Por eso, querida Patria mía, disculpas por tanto daño. Pero hoy 15 de septiembre, el día de tu cumpleaños te pongo marimba y te bailo el son, te pido disculpas de corazón y te hago una promesa: nunca más mi Guate chula.

 

Te prometo, y seguro muchos de mis hermanos lo harán, que trabajaremos duro para lavarte el rostro, para tenderte la mano y levantarte de ese basurero en que te hemos metido. Estamos a tiempo Patria bella, más que ninguna. Añorada por los que se van y amada por los que te llaman hogar.

 

Déjanos ayudarte. Dame el honor a servirte. Soy Chapín orgulloso de mi tierra, de mis costumbres, de reconocer mis errores, soy trabajador como ninguno. Hoy día de tu cumpleaños te regalo mis manos para construirte como lo mereces.

 

Voy corriendo, vamos miles, míranos. El fuego en la mano no es una antorcha: es el corazón encendido: llevamos el corazón en la mano por ti. No desfallezcas Guate de mis amores, acá estamos tus héroes, tus hijos y te queremos hoy y siempre.

 

Attn,

 

Tus chapines.

 

 

 

#EsDeChapines