LO QUE ODIAMOS DE LOS DIPUTADOS (… pero que también nosotros hacemos) – 1a parte –

¿Por qué una carrera de servicio a la patria es tan mal vista? ¿Alguna vez nos hemos preguntado sobre nuestra responsabilidad directa o indirecta sobre esto que tanto odiamos?

IMPUNTUALIDAD

La hora chapina no es cosa de orgullo. Solamente los chapines podemos justificar que es aceptable hacer esperar a las personas hasta 45 minutos por sus majestades. Habla pésimo de los guatemaltecos y es un mal hábito. ¿Y luego se puede andar de caradura a reclamar al congreso que son unos impuntuales? Nel pastel. Por ejemplo el día de la toma de posesión presidencial dejó de ser “el 14 a las 14”, por el “14 a las 18”… a este pasó llegaremos a las siguientes tomas presidenciales el Día del Cariño…

PRODUCTIVIDAD

“Quien mucho abarca, poco aprieta”, dice el dicho popular y es verdad. Por ejemplo, si utilizamos el trabajo para redes sociales, trabajos de la U, vagar, llegar tarde o salir temprano, sin hacer nuestras labores… ¿qué creen ustedes que hacen los diputados? Sí, eso mero, lo mismo que tanto criticamos. Por eso, mejor “apretemos” en nuestra vida privada, así eso se lleva a la presión social para que ellos hagan lo mismo que nosotros: ser productivos. Hay que medir con la misma vara… y dárles duro con ella a quienes no lo hacen.

Simple lógica ¿no?

ALTANERÍA

La forma en que se conducen, en cómo dan declaraciones, en como se creen dueños de su curul, de como si Guatemala les debiera el jodido favor de existir. Eso los hace ser odiosos a los diputados. Pero vamos, ¿es eso diferente a como actuamos nosotros en el día a día, en el tráfico, cuando nos parqueamos mal, cuando nos llaman la atención? Tomemos conciencia que los diputados representan a una porción de la población y si llegaron allá es por algo. Queremos mejores diputados, seamos mejores ciudadanos.

CORRUPCIÓN

Este tema es el pan diario de los habitantes del congreso (al menos de la mayoría) porque cobran comisiones para aprobar leyes, para dar trabajo o simular que hay (plazas fantasma), porque hacen obra pública con empresas de su propiedad. Esos grandes actos de corrupción inician con acciones simples que todos hemos hecho, como ofrecer mordidas luego de la parranda y con algunos traguitos de más, con chocar y huir, con pagar para que nos hagan los trabajos de la U. Esas pequeñas acciones que damos por sentado, se muestran en ese organismo. No más mordidas, mordelones.

Continuará…